Hay ilusiones que nos mantienen vivos. Todos tenemos una.

martes, 13 de abril de 2021

Título evidente

 Intento encontrarle un sentido a este arsenal de cosas que me pasan por el cuerpo cuando estás cerca. Y fallo en cada intento. 

Sos la persona que más me lastimó, que más mierda me hizo, que me truncó los sueños, que me vio en el piso y me siguió pateando. Que me soltó la mano, que se burló de mí, que me dio golpe tras golpe... Literal y metafóricamente hablando. 

Y sin embargo... ¡Ay, sin embargo! Te abrazaría tan fuerte que temería romperte los huesos. Todos. Uno por uno. Tantos recuerdos.. De tantos besos, tantas miradas, tantas noches de amor y de pasión, tantos mensajes, tantas pintas. Y fueron menos que los otros: engaños, mentiras, burlas, desprecios, desplantes, indiferencia... Sin embargo... ¡Ay, sin embargo! Recuerdo más los buenos. Tengo que esforzarme por tratar de retener mentalmente todos esos dañinos, para tener algo de donde agarrarme para no caer en la nostalgia. Pero caigo igual. ¡Y cómo caigo! Pocas veces tan evidente el porqué del título de este blog. Estoy abrazada a la ilusión que me condena. Esa maldita ilusión de que las personas pueden cambiar, de que se den cuenta a tiempo de lo que están perdiendo, de cómo se están equivocando. Esa maldita ilusión de que, por fin, algo salga bien. Esa maldita ilusión de vivir en las nubes, creyendo que esto puede tener un final feliz. 

Y cómo me condena esa ilusión. 



lunes, 8 de junio de 2020

"Me querés?", solía preguntarme cada noche que dormía con él. Yo no me cansaba de repetirle "te amo", pero quizás para él ese "te quiero" tenía gran valor. "Me querés?", me preguntaba. Y yo contaba los días para verlo, ansiando el fin de semana como a quien se le hacen eternos los segundos para que despegue su avión. "Me querés?", y yo deseaba cada noche estar acostada a su lado, mirándolo, acariciándole la espalda, haciéndole el amor. "Me querés?", y yo me perdía en sus dos faroles como desde la primera noche, desde la primera cumbia, desde el primer "qué linda que sos". "Me querés?" y le brillaban los ojos, ansiando mi respuesta, para después cantarme la estrofa de esa canción que me había dedicado, confesándome estar dispuesto a todo, pidiéndome que cerremos nuestra historia con broche de oro. "Me querés?" ya no me lo pregunta. Ya no espera mi respuesta. Ya no le brillan los ojos. Pero a mí sí. Y sigo queriéndolo, y sigo amándolo, y deseando exactamente lo mismo, y más.

domingo, 12 de marzo de 2017

No dejes que te callen

No pretendo generar un debate, no me interesa, y respeto todas las opiniones; tampoco creo que los fans del Indio (en su mayoría, un grupo específico, 10 o 2) ni él, sean 100% inocentes y sean ajenos a todo lo que pasó. Pero acá hay un trasfondo político que se ve a cien años luz de distancia. Ya sabemos que SIEMPRE va a estar esa gente que va sin entrada, que toma de más, que fuma de más, que en todos lados siempre termina entrando más gente de la que debería. Pero eso pasa en todos lados, SIEMPRE.
La gente del Indio no es eso que les quieren hacer creer (y que logran hacerlo con todas estas tragedias que, repito, no son casualidades). Ni la del Indio, ni la de la mayoría que asiste religiosamente a los recitales del grupo de rock nacional al que ama. No son los que te pasan por encima, aplastándote y quitándote el último respiro. No son los que incendian boleterías. No son los que te dejan en pelotas, sin mochila, sin celular, en el medio de la nada.
Los verdaderos fanáticos, los que se tatúan en la piel frases de temas que los conmueven, los que hacen cuentas regresivas esperando un nuevo recital o el próximo cd, son los que ahorran hasta el último centavo para estar ahí. Son los que comparten con vos una cerveza sin saber tu nombre. Son los que te levantan en el medio del pogo antes de que tu orto bese el piso, preguntándote si estás bien. Son los que te hacen la segunda si ven que fuiste solo.
No es casualidad que hace MESES que circulan amenazas por todos lados. No es casualidad que el Indio le pegue a ciertas ideas políticas, y que influya en tanta gente. No es casualidad lo que pasó, dónde pasó y como pasó. No, nada de esto fue casualidad. Como tampoco fueron casualidades las 5 personas acuchilladas en el recital del año 2000, ni lo de 1994, cuando hubo 28 personas heridas y 60 detenidas (por lo que dejaron de tocar en la Ciudad de Buenos Aires), ni lo de Walter Bulacio, ni que Jorge Felipi haya caído desde la platea alta en el 2001 o que los efectivos hayan formado un cordón alrededor del estadio y luego ordenaran el ingreso de quienes no habían adquirido una entrada. Perdónenme, quizás soy una ilusa. Pero, para mí, acá pasan cosas a otro nivel. Mucho ensayo general para la farsa actual.
Ojala no se repita. Ojalá todas las personas de las que aún no se sabe nada, vuelvan sanas y salvas a sus casas. Ojalá descansen en paz los que ya no están. Ojalá esta tierra ya no sea una herida que se abre todos los días a pura muerte, a todo gramo. Ojalá esta cárcel no siga así, con los presos políticos. Ojalá no se rompa loca mi anatomía con el humor de los sobrevivientes, de un mudo con tu voz, de un ciego como yo.
No te van a callar, Indio. No dejes que te callen.



"Que se lastime alguno de ustedes no vale ningún recital de rock and roll". Carlos "Indio" Solari.


(VIOLENCIA ES MENTIR).



miércoles, 1 de marzo de 2017

VOLUNTARIOS PARA EDUCAR

Sí, es cierto. NECESITAMOS VOLUNTARIOS. Personas con ganas de ayudar, de apoyar, de brindarse por completo. Pero les tengo noticias: no se necesita reemplazar un cargo docente (para el cual se necesitan años de estudio y prácticas) para eso. Necesitamos voluntarios para la buena educación de los niños. Necesitamos que, desde su casa, ya digan "buen día", "permiso", "por favor" y "gracias". Necesitamos que le inculquen el respeto hacia uno mismo y hacia los demás. Necesitamos que ayuden desde casa a sentar las bases de todo aquello que con amor y educación, tratamos que aprendan en la sala. Necesitamos que les enseñen a no juzgar, a no discriminar al otro, a buscar en las diferencias nuevos puntos de encuentro, a entender que el de al lado no vale más ni menos que uno por tener otras creencias religiosas, otras preferencias políticas, otros puntos de vista con respecto a un tema u otro, otro "color de piel", otro poder adquisitivo, etcétera. Necesitamos que dejen un segundo la tablet para mirar a sus hijos a los ojos y darles un abrazo. Necesitamos que piensen una y mil veces lo que van a decir, porque sus hijos están escuchando. Necesitamos voluntarios que sumen, no que resten. Pero que sumen bien. Que asuman la educación como lo que es, la base de todo. Que no le encajen el celular a la beba de 6 meses "para que se quede quietita y tranquila", que no sintonicen Showmatch, que sepan distinguir "hay", "ahí" y "ay". Que se sorprendan al darse cuenta de la cantidad de Universos didácticos que pueden brindarles a los niños, que van más allá de una tablet, un celular, una computadora o un videojuego. Personas que, cuando se miren al espejo, piensen "estoy dando un buen ejemplo". Personas que no se queden sólo en la queja, sino que propongan, que hagan, que cambien lo que no les gusta; que lo intenten una y mil veces. Que aprendan de cada error. Que LUCHEN por lo que consideran justo. Enseñen a luchar. Por sus sueños, por sus deseos, por lo que quieren para ustedes y lo que quieren para sus hijos el día de mañana.
Se necesitan voluntarios todos los días. En muchos lugares. Inclusive, ¿pensaron cuántas veces alguien necesitó un voluntario, a pocos metros de ustedes, y siguieron de largo?
Sí, necesitamos voluntarios.



martes, 27 de diciembre de 2016

VERLOS.

Es inmensa esa sensación de vacío por no haber podido ir. Pero cuando veo cosas como éstas, cómo se rompieron el orto y se endeudaron mis amigos para poder ir, el sacrificio que hicieron 20mil personas para irse no a Brasil, no a España, AL OTRO LADO DEL MUNDO SEÑORES!

Verlos así... disfrutando, emocionados, llenando de nuestros colores cada calle. Verlos. Con banderas, con camisetas, con caras pintadas.
Verlos con los ojos rebalsados de amor, con una sonrisa que no entra en sus caras. Verlos. Verlos sacando fotos, filmando videos, saliendo en la tele. Verlos en los aeropuertos, bajando de un avión y subiéndose a otro sin caer todavía en la dimensión de lo que están haciendo. Verlos. Verlos con las manos llenas de bolsos, de ilusiones, de los mismos sueños que cargamos vos y yo, y que tantas veces nos quisieron hacer resignar. Verlos, nada más.
Verlos ahora como los vi levantando una Libertadores y como los vi llorar desconsoladamente cuando todo era un desastre. Verlos como cuando iban sentados en la misma traffic que yo, jugando contra un equipo que de pedo aparecía en wikipedia, y cuando ocupábamos esa traffic viajando a ver una final internacional. Verlos. Verlos tomar revancha. Verlos en lugares que ni siquiera sé pronunciar el nombre.
Verlos y sonreír, emocionarme y dejar caer un lagrimón. Verlos y sentirme ahí. Verlos y sentir un orgullo de la concha de su madre, que me eriza la piel. VERLOS... SIMPLEMENTE ME LLENA EL ALMA. DOY LA VIDA POR VERLOS SIEMPRE ASÍ.

River, nunca vas a caminar solo!! Eternamente enamorada de vos y tu gente! GRACIAS POR TANTO.


martes, 6 de diciembre de 2016

Tinta Negra

Al entrar al edificio, un Universo de posibilidades se abría ante los ojos de Ella. Un Universo que tenía nombre y apellido, y se sentaba en diagonal, bajo la ventana y en una silla de madera oscura. Un Universo con lentes negros y cuadrados, que alzaba la mano para hablar de estadísticas y nada más, pues en su cabeza sólo existían números. No había lugar para sentimientos, emociones o sueños. Números, sólo números. Ella, para Él, era un número, y hasta a veces ni siquiera eso. Él no volteaba su cabeza para mirarla, sólo se limitaba a su banco y su block de notas, su lapicera negra con tinta ya gastada y la tapita intacta.
Ella hacía garabatos en su block: garabatos rojos, azules y negros. A veces agregaba un poco de color verde en los márgenes. Y las tapitas de sus lapiceras, todas, mostraban marcas de sus dientes. En su mente, Él se convertía en lapicera, su cuello en tapita, y las sábanas de su departamento en block de notas, llenas de garabatos por doquier. 
Pero Él estaba en un mundo numérico, estricto y medido.

Ese lunes, Él miró al cielo con gesto de desagrado: la tinta negra de su negra lapicera ya no existía. Aún así no volteó su mirada, miró hacia el frente poniendo toda su atención en poder registrar cada palabra y cada número oído. La diagonal que los separaba, se esfumó ante los tacones ruidosos y pasos firmes de Ella, que ahora tenía una lapicera mordisqueada en su mano. La dejó en aquel banco, y en ese momento, Él observó por debajo de sus lentes la indecente propuesta.

Cuentan que los lunes ya no son lunes. Que Él jamás compró otra lapicera negra, porque esperaba escuchar los ruidosos pasos con tacos. Que ambos esperan con desesperación que la clase finalice, para encontrarse en el pasillo que da al norte. Que Él sigue siendo monótono, numérico y cerrado...

Pero en secreto, muy en secreto, es tapa de lapicera y, bajo el cuello de su blanca camisa de lino, se detallan los dientes de Ella.


sábado, 30 de enero de 2016

ME REÍ.

Me río desde que tengo uso de razón. Por todo, de todo. Desde chica supe, o no lo sabía pero me salía así, que la mayor virtud que alguien puede tener es el sentido del humor. Reírse siempre, a pesar de todo. Reírse de uno mismo, de las situaciones más insólitas, de los momentos más incómodos y tristes, de las pruebas más difíciles. Puedo estar triste, preocupada o de mal humor. Pero me dura instantes, porque enseguida se me escapa una carcajada.
Todavía lo soy en parte pero, cuando era chica, era mucho peor: era anti-social. No porque no me gustara relacionarme con la gente, sino porque me daba terror el rechazo, el qué dirán, el sentirme menos que los demás. Era muy inteligente, amaba ir a la escuela y sentarme a estudiar; pero me iba al otro extremo. Casi ni salía a los recreos, me quedaba encerrada en el salón haciendo la tarea del día siguiente. Al principio creía que era por eso, por mi amor al estudio; pero años después comprendí que prefería quedarme sentada escribiendo porque en el patio nadie quería jugar conmigo. Quizás porque no le dirigía la palabra a nadie (repito, por vergüenza), porque las pocas veces que he salido a jugar, se han acercado a la hamaca donde me encontraba para preguntarme "¿Vos qué sos, un nene o una nena?". Resulta que no me crecía el pelo, tenía el cabello demasiado corto, y lleno de rulitos. Y ni hablar de cuando llegaba el día de la foto escolar, nunca quería ir! Pero me obligaban. Rompí todas las fotos, una por una, año tras año. Pero ME REÍ.
Elegía reírme quizás también porque en las clases de gimnasia, era siempre la última que elegían para armar los grupos de voley o handball (nunca me gustaron los deportes ni fui buena en ellos). También recuerdo que las contadas veces que salía al recreo, me lo pasaba encerrada en el baño hasta que sonaba el timbre porque me daba vergüenza estar sentada sola, cuando todos jugaban con alguien.
Y, aunque me reía, quise revertir esa situación eh, me esforzaba, le ponía garra. Un día, llamé a una compañerita para invitarla a jugar a casa; ella me dijo "hoy no puedo, en un rato tengo que ir al centro con mi mamá". Digamos que mucho no le creí, y al rato volví a llamarla, cambiando la voz y haciéndome pasar por otra compañera. Saben qué me contestó? "Bueno, dale! Ahora termino de comer y mi mamá me lleva". Y, una vez más, ME REÍ.
ME REÍ cuando en mis cumpleaños veía que las agujas del reloj avanzaban, y no venía nadie. Y esas situaciones de recreos, de intentos frustrados de hacer amigas, de tener vergüenza de mí misma y de sentirme prácticamente la persona más fea del planeta Tierra, se repetían a diario. Y cada año.
ME REÍ en primer grado, cuando se había incorporado una nueva compañera que se sentó adelante mío, y un misterioso día alguien decidió cortarle la campera. Yo me sentaba detrás, por lo que me echaron la culpa a mí. Al día siguiente, vino la directora al aula con un sermón tipo "...y para haberle cortado la campera tejida, tiene que haber sido una tijera muuuy filosa. A ver, muestren sus tijeras, cada uno levante sus tijeras para que podamos verlas". En ese momento, todos tenían la famosa tijera de Mickey Mouse, casi toda de plástico, con mango negro y la cara del ratoncito. Resulta que esa tijera no cortaba ni un papel glacé. La mía? Adivinen. Mi mamá (exagerada siempre) hacía una semana atrás, me había comprado una súper tijera con un filo impresionante que te cortaba hasta el sida. Yo calculo que no me trajo unas tijeras de podar porque no me iban a entrar en la mochila. Imagínense! Me dio tanto terror, y me dí cuenta de que si yo mostraba mis tijeras iban a pensar que había sido yo, que decidí decir que me las había olvidado. A ver si vuelven a adivinar... La persona que le había cortado la campera a mi compañera, la había dejado enganchada ahí mismo. El resto podrán imaginárselo. Y saben qué? ME REÍ.
ME REÍ cada vez que mi hermana se aliaba con sus amigas, con mi prima y hasta con mis compañeras que de vez en cuando accedían a venir a casa (quizás por lástima o porque sus viejos las obligaban), para decirme fea, gorda, varón o lo que fuere. Inclusive me decían que yo no me llamaba Romina, que me llamaba Ramón, y me hacían canciones burlándose. Y ME REÍ.
ME REÍ cuando intenté hacer mi primer piyama party, y de las 10 compañeras que invité, vino una sola (por supuesto, amiga de mi hermana, no mía).
ME REÍ en mi pre-adolescencia, cuando todas se contaban a quién se habían chapado, y yo estaba igual de cerca a un beso que Polino a la barrabrava de Temperley.
ME REÍ cuando ya siendo adolescente, y a raíz de justamente nunca haberme visto con alguien, empezaron a inventar que era lesbiana, y me gritaban torta y demás cosas señalándome por la calle; hasta las poquísimas personas que había empezado a considerar "amigas". Y ME REÍ, me reí mucho.
Después empecé a perder (muy de a poco) la timidez, me puse de novia, me hablaba con mis compañeros y mostraba (también, muy de a poco) cómo era realmente. La realidad es esta: me encanta hablar, hablo todo el tiempo, a veces hasta casi ni paro. Pero en esos momentos, y desde que era chica, me lo guardaba. Ahora me pasé al otro bando, quizás estoy desembuchando todo lo que me callé tanto tiempo. Pero como yo siempre triunfo en la vida (?), cuando mejor me empecé a llevar con mis compañeros, resulta que terminé 9no año y empecé el polimodal, en otro colegio, con otra gente (no muy buena) que se conocía desde jardín de infantes e, imagínense... Era volver a pasar oooootra vez por todo lo mismo. ESA VEZ NO ME REÍ. Esa vez la pasé feo, pasé de ser el mejor promedio del aula a llevarme 4 materias, escaparme de la escuela, bajarme del bondi que me llevaba para caminar dos cuadras y tomarme otro para volver. Quise abandonar, pensé muchas veces en dejar el colegio. Engordé 15 kilos y desde ese entonces... subo, bajo, subo, bajo; y van quedando toooodas las marcas y consecuencias físicas horribles en el cuerpo que tanto nos avergüenzan a las minas... Pero INTENTÉ REÍRME a pesar de todo, y seguí.
Seguí riéndome después, frente a cada tropezón y fundamentalmente frente a cada caída, que tampoco voy a entrar en detalles porque ya cansé con todo este relato que a nadie le interesa.
Pero, la última vez que me reí, fue hace unos días; cuando fui a dormir y me desperté en un sanatorio, atada a una cama y con pañales. Por una hipoglucemia que me provocó convulsiones y luego me dejó inconsciente, y también logró que me hicieran desde un análisis de VIH hasta una punción lumbar. 6 días internada, con sueros infiltrados, venas explotadas, dolores de cabeza y demás. Pero, volvamos a lo más humillante: POR QUÉ PAÑALES? Y cuando digo PAÑALES no se imaginen unos tiernos Huggies o Pampers, a mí me pusieron uno en blanco y negro; de esos que en los paquetes tienen la foto de una vieja sentada en una mecedora y mirando por una ventana. ¿Por qué? 23 años tengo, ¿había necesidad? Gente, enfermeros, médicos, HIJOS DE PUTA: había otras opciones! Te queda la dignidad en la reconcha de tu madre. Pero bueno, TAMBIÉN ME REÍ.
Y ésa es la clave de todo: REÍRSE. Si tenés un problema, reíte. Si te enfermás, reíte. Si te rompen el corazón, reíte. Si pasás vergüenza, reíte. Si pensás que nada puede salir peor, reíte. Porque sí, siempre puede salir peor; pero si enfrentás todo con una hermosa sonrisa, NUNCA TE VAN A VENCER.

♪.. Tristeza, no te tengo miedoTristeza…¿vos y cuántos más?


viernes, 4 de septiembre de 2015

Dejar fluir

Una hoja en blanco y yo. Y una birome en mi mano. Y mil ideas desesperándose por salir. Me deja muy tranquila llevar un cuaderno a todos lados, por si brota la necesidad de expresarme. Me siento segura, con un arma en la mano, o algo así. La mejor de las armas, la que no lastima ni intimida, la que consigue vaciar tu mente de ideas peligrosas, saturadas, de mucho ruido. Mi mejor psicóloga: la palabra, la expresión.
Muchas peleas sin sentido no hubieran tenido lugar si hubiésemos reemplazado los reproches hirientes e impuntuales por un renglón lleno de tinta, y hasta garabatos tal vez. Muchos mensajes enviados de los que luego nos arrepentimos, cambiando radicalmente de opinión sobre el mismo o sólo queriéndole dar otro sentido u otra manera de decirlo.

Así que acá, una vez más, mi cuaderno y yo, sentados en una vereda bajo un rayo de sol que 10 minutos atrás era agradable y ahora me molesta porque me acalora. ¿Así es como pasa con todo? Dura un tiempo de una manera, haciéndonos sentir así o asá; y luego pasa a otro período donde nos produce otras cosas... Lo miramos objetivamente tal vez, en una tercera persona que nos permite analizar todo. O es primera persona, soy yo misma, más que nunca, quitándome el velo de los ojos. Así, como el rayo de sol... En un principio era algo bueno, después pasó a molestarme por el simple hecho de durar cierta cantidad de tiempo en la misma posición.

En definitiva, no importa si no consigo escribir realmente lo que quiero, ya el hecho de dejarme fluir me tranquiliza: 2 palabras que van a leer bastante seguido en este blog, por lo menos durante un tiempo: DEJAR FLUIR, porque estoy en esa etapa.


miércoles, 11 de marzo de 2015

#Boluda

¿Cuál es el sentido de seguir poniendo SIEMPRE la otra mejilla? Porque, digamos, soy de las que piensan que actuar correctamente AÚN con idiotas que no lo merecen, es justamente lo que nos diferencia de los mismos. ¿Para qué caer a su nivel? ¿Por qué querer demostrar siempre que la tengo más grande? No, no es así. Entonces dale, cuando te dicen "pero boluda date cuenta, no hagas siempre lo mismo porque quedás como boluda".
Qué es lo peor que pueda pasarme? Llorar 3 noches seguidas, una semana, un mes? Somos capaces de superar eso. Muy capaces. Eso y mucho más. En cambio, el otro es el que no crece y queda estancado en el mismo lugar.
Y sí, quedo como boluda y soy boluda, sin lugar a dudas. Pero al fin y al cabo, nunca voy a poder lamentarme de algo que dejé de hacer por miedo al rechazo. Si lo siento lo hago, así de simple. Y me brindo entera, como soy, saco la mejor de mis sonrisas y le doy para adelante. ¿Se lo merece? Puede que sí, puede que no. Pero uno tiene que actuar por uno mismo. Al fin y al cabo, el equivocado es el otro. Y, creeme... TODO VUELVE.


lunes, 27 de octubre de 2014

Esa clase de gente...

Es mentalmente agotador, energéticamente agobiante y totalmente innecesario el prejuicio de las personas hacia un vegetariano. Constantes comentarios como "porque vos no comas carne, no van a dejar de matar a los animales", "comé asado porque es rico", "vos estás loca/enferma", "no podés comparar a los animales con las personas", "sos una exagerada", "hay cosas más importantes"; sólo dejan a la luz las propias miserias de todos aquellos que critican, pero no hacen absolutamente nada para evitar el sufrimiento de NADIE; ni de una persona, ni de un animal, ni de ningún ser vivo; todos aquellos que no son capaces de abrir su mente y respetar que hay posturas diferentes y MÁS SANAS, desde cualquier punto donde se mire; todos aquellos que se gratifican al cargarnos, agarrarnos para la joda, utilizar ironía y sarcasmos, llevar todo a un extremo.
Cuando ustedes ven un plato de comida, yo veo un cadáver de un animal que nació para ser libre... no para terminar a tu disposición. Que también sufre, que también siente dolor, siente el placer de correr libre y la necesidad de afecto a lo largo de toda su vida.
Cuando ustedes (creen) ver un "lindo espectáculo" en zoológico o en un acuario, yo veo víctimas de la soberbia y negligencia humana, esa misma que les permite creerse dueños de todo y de todos, decidiendo quién vive y quién no; cómo vive, dónde vive, para qué vive y durante cuánto tiempo vive.
Cuando ustedes ven una buena marca de productos para su pelo, sus dientes, su piel; yo veo otras alternativas (con iguales fines) para las cuales no fue necesario dejar ciego a un conejo, llenarle el estómago de detergente a un hámster o irritarle la piel a un perro.
Cuando ustedes ven un lindo abrigo de piel, una fashion cartera de cuero o un sensual camisón de seda, yo veo vestigios de alguien que no pidió ser despellejado de esa manera.

Sigan viviendo engañados si quieren, cubriendo sus propios ojos para no ver las bestialidades de las que forman parte, las crueldades que apoyan y promueven. La verdad está a simple vista, más cerca de lo que creen y pueden llegar a imaginar. Sigan utilizando diferentes palabras para designar los cadáveres que comen y que visten, con los que se peinan, se maquillan y se afeitan, sin sentirse tan culpables, sin que les duela tanto. Sigan diciéndome exagerada, loca, enferma. Sigan cargándome irónicamente, con sarcasmo.... Por lo que como, por lo que enfrento, por lo que defiendo. No puede importarme menos. Porque cuando miro los ojos de un animal, cualquiera que sea... Cuando esa mirada me llega al corazón y puedo devolverle la mirada tan igual de franca, sabiendo que hice, hago y voy a hacer siempre todo lo que esté a mi alcance para evitar que sufran, poniéndome en su lugar y dispuesta a dar mi vida por cada uno de ellos; todo lo que ustedes dicen, cargan, burlan... Pierde total importancia y relevancia en mi vida, caen al suelo juntándose y convirtiéndose en escalones que me ayudan a alcanzar mi meta.

Ya que no son capaces de aportar a esta causa, déjense de romper las pelotas y no molesten. No sean tan pelotudos. GRACIAS.

Mientras ellos no tengan voz, NO DEJARÁS DE ESCUCHAR LA MÍA.


jueves, 25 de septiembre de 2014

Nadanadanada.

Quizás la lluvia me activa, el sonido de las gotas me va sacando de a poco la modorra para actualizar el blog. Quizás así pasa con todo, esperamos los momentos oportunos para todo; o sólo son esos momentos en los que no hay otra cosa para hacer que dejarnos ser y dejarnos llevar porque no nos queda otra, porque es eso o tirarnos en el sillón a hacer zapping o repetir un capítulo de Friends.
Es sentarnos e intentar dejar salir algo que sabemos que tenemos, pero no encontramos el código de seguridad y desbloqueo. Es como cuando querés tapar una botella pero la tapita es de otro diseño.
Y de golpe me encuentro tal vez entendiendo la postura de alguien que hace 5 días atrás estaba insultando. Entendiéndola porque ahora adopto la misma postura yo frente a otra persona. ¿Y si todo se trata de eso? De actuar de una determinada manera por miedo, sin saber que para los demás quedamos como imbéciles, histéricos, pelotudos o demasiado narcisos. Hay que cambiar de posición, de lugar. Hay que ponerse los zapatos del otro e imaginar que otro tiene los nuestros. No necesariamente tenemos que sentir como el otro ni pensar como este otro. Ahora el otro está en mi anterior posición, y yo estoy en la posición del nuevo otro. Todo está cambiando. Todo va rotando. Ahora es mi turno de entender.

viernes, 19 de septiembre de 2014

Estrategias de una mala estratega.

¿Por qué nos cuesta tanto cambiar de estrategia? Mejor dicho, ¿por qué nos cuesta tanto cambiar de estrategia cuando sabemos que termina mal? Lo intentamos oootra vez, pensando que en esta ocasión, todo puede darse vuelta y el Universo conspirar a nuestro favor. Así que barajamos, acomodamos, leemos las cartas y pensamos en jugar. ¿Pensamos? ¿Estamos jugando? Sí. No sabemos a qué. Pero estamos jugando. Y nuestra estrategia no nos sirve. Y nos da terror cambiarla. Y seguimos esperando la próxima baraja, para ver si podemos mantener esta inútil estrategia, con mejores cartas, para así poder ganar.


sábado, 30 de agosto de 2014

Simplemente.

"Cada película que vemos y cada historia que nos cuentan, nos imploran que esperemos el giro del tercer acto: La declaración inesperada de amor. La excepción a la regla. A veces nos concentramos tanto en el final feliz que no aprendemos a interpretar las señales, a diferenciar entre los que nos quieren y los que no.. Entre los que se van a quedar y se van a ir. Y quizá el final feliz no incluye un tipo maravilloso: quizá el final eres tú, sola recogiendo los pedazos y volviendo a empezar. Liberándote para encontrar algo mejor en el futuro. Quizá el final feliz solo consiste en seguir. O quizá este es el final feliz: Saber que a pesar de todas las llamadas y corazones rotos, a pesar de todos los errores y las señales malinterpretadas, a pesar de todo el dolor y la vergüenza, tú nunca, nunca perdiste las esperanzas".



sábado, 5 de julio de 2014

BASTA

Y no, ya no se trata de despecho. Ni siquiera se parece a resentimiento y tiene muy poco de reproche. Se trata del vacío que me quedó en el alma después de revisar durante 24 horas cada 3 minutos una pantalla, para ver si habías tenido el pequeño y "peoresnada" gesto de acordarte. No. Nada. Otra vez, nada. Otra vez que aprieto los labios y hago fuerzas para no llorar. Otra vez que hago pedazos mi cerebro tratando de entender el por qué, o tratando de inventar alguno que encaje con vos, porque no existe ninguno, porque no te di ninguno, porque nunca te fallé. Porque siempre hice más de lo que debía, te mal acostumbré a que yo iba a estar siempre para lo que sea, como sea y cuando sea, de la manera que sea. ¿Qué te hice? ¿Qué hice? ¿Qué NO hice? ¿Me faltó algo? ¿Qué necesidad de ser tan cruel, de cagarte en todo, de cagarte tanto en mí?
Creo que siempre voy a tener como asignatura pendiente el hecho de entenderte. Nunca te voy a poder descifrar.


domingo, 18 de mayo de 2014

35 y mi amor por River.

River me dio eso. Momentos de increíble felicidad como el de ayer a la tarde; cuando con cada gol se me caían las lágrimas, abrazando a mis amigos y a desconocidos que al igual que yo, sienten una pasión insuperable. Desde hacía varias fechas, caía en la cuenta de que cuando cantaba desde la tribuna "para ser campeón hoy hay que ganar", "que esta hinchada se merece ser campeón", "quiero un campeonato para festejar", hablaba de algo que estaba muy cerca. Algo que cantás siempre y quizás no notás que está a tu alcance, que de verdad se puede, que de verdad estás cerca. Y tuvimos muchas veces la chance de quedar solos en la punta, y la desperdiciamos. Me enojé, lloré de bronca, puteé, discutí, me fui a dormir con cara de orto. Y después hubo algún partido donde todo se reivindicó, donde las esperanzas volvieron a estar a flor de piel. Y yo te seguí amando River, como te amo cada día de mi vida, apenas abro los ojos y antes de cerrarlos también. Te amo cuando hay esperanzas, te amo cuando todo parece estar dicho y terminado, te amo cuando me hacés enojar.

River me dio eso. Momentos de tristeza, de desesperación, de preocupación. Momentos en los que volvés la vista atrás y no podés evitar caer en esa comparación absurda... el más ganador del país, el 3 veces tricampeón, el campeón del siglo... Y estás ahí otra vez, sentado frente a la pc con el hecho totalmente masoquista de entrar a youtube y ver videos del descenso, del Nacional B, de todo lo que sufrimos, padecimos, lloramos. Son esos momentos en los que sabés que tocaste fondo, y hay que resurgir.

River me dio eso. Peleas con amigos y familiares, que no entienden esta pasión, que no la comparten, que les molesta, que les enoja. Que no comprenden por qué te hacés más de 300km sólo por ver "a un club de fútbol" o a "11 pelotudos corriendo detrás de una pelota" por 90 minutos. Que no perdonan que faltes a cumpleaños, reuniones familiares, acontecimientos importantes por ir a la cancha o por juntarte con amigos a mirar el partido por tele cuando no se puede ir. Porque no lo consideran importante, no se dan cuenta que es TU RAZÓN DE SER. Se enojaron, se enojan, SE VAN A SEGUIR ENOJANDO. Todos tenemos una pasión, ésta es la mía. River es la mía. River es mi vida. No consigo expresar en palabras la felicidad que siento cuando lo veo salir a la cancha, cuando canto a los gritos que soy de River, que lo quiero y que lo llevo adentro del corazón.

River me dio eso. Personas con un valor humano increíble; que no sólo son gigantes porque comparten tu misma pasión, sino porque son de fierro, de oro, de todos los metales preciosos juntos. Con las cuales tenés anécdotas imborrables, todo empieza con un "uhh, te acordás de aquel partido, aquel viaje, aquella salida" y siempre hay algo para aportar, para reírte, para hacer un chiste. Cada vez que los ves tenés la felicidad asegurada, porque esas personas son tu felicidad. Porque vivir todo lo que vivís, no sería lo mismo si no lo vivís con ellos. Porque seguramente cuando alguien nombra a una persona hincha de River y de Rosario, vos enseguida saltás y preguntás "¿Y cómo se llama?", porque sabés que seguro la conocés. Y no, quizás nunca la sentiste nombrar en tu puta vida, pero los hinchas de River somos una familia, que nos vamos conociendo cada vez más.
Esas personas con las cuales también discutiste por bancar a un jugador o a un director técnico y hasta a un presidente, y ellos no. Discusiones que seguramente subieron de tono, y después todo volvió a quedar como antes, porque gracias a Dios somos iguales y diferentes a la vez. Esas personas que te dieron una mano cuando te faltó una entrada a vos o a algún conocido tuyo, que no dudaron en comprarte una gaseosa o una hamburguesa o directamente bancarte un viaje entero cuando estabas justo de monedas; porque saben que la felicidad que te dan esos viajes no te las da ninguna otra cosa o persona, porque te entienden, porque lo viven como vos.

River me da eso cada domingo. Abrazos con desconocidos, personas que no habías visto nunca antes y en medio de un gol se convierten en el tesoro más preciado para compartir un abrazo, un grito, un "vamos todos unidos".

River me da eso. La oportunidad de pensar que, por más que seas el más grande de Argentina, siempre se puede crecer más. Y de hecho crecemos cada día. Y esta pasión no tiene techo, no tiene límite, no tiene cordura. Y a la vez es lo más real y hermoso que te pasó en toda tu vida.
Porque llegás al Monumental y te sentís en casa. Porque ya el olorcito a adrenalina y pasión se siente desde muchas cuadras antes de llegar. Porque siempre te cruzás con un conocido y se saludan con un abrazo. Porque no existe algo tan indescriptible, y a la vez tan hermoso, tan perfecto que asusta. Porque un partido puede subirte a la cima del mundo o lanzarte al vacío más triste. Porque muchas veces sentiste que te ibas a infartar, que ya no podías sufrir más, no podías aguantar tantos nervios. Porque en la cancha vivís de todo y ves de todo, y aprendés qué cosas son buenas y qué cosas son malas, qué ejemplos seguir y de cuáles alejarte.

Pido perdón a mis viejos, porque son lo más anti-fútbol que existe y yo les salí falladita. Les salió una hija que puede estar horas mirando fútbol por televisión sin cansarse, que de hecho se ve todos los partidos cuando aparece siempre el infaltable "ME TENÉS HARTA CON EL FÚTBOL!" de mamá. Una hija loca desquiciada enferma por River que deja todo y a todos por ir a la cancha, por seguir compartiendo la vida con sus hermanos, amigos y compañeros de emoción. Pido perdón por hacerlos preocupar cada vez que voy a la cancha, porque sé que es un ambiente jodido, que siempre está latente la posibilidad de que se arme quilombo por algo y podés quedar en el medio de palazos, trompadas, incluso hasta algo peor. Les pido perdón, y a la vez paciencia, porque se los voy a seguir haciendo vivir... Hasta que me muera.


miércoles, 14 de mayo de 2014

Entrevista a Gary Yourofsky.

Nota:
No suelo poner en mi blog cosas que no son de mi autoría, pero sin duda alguna cuando vi esta entrevista en youtube me dejó helada de admiración, y por eso decidí transcribirla a un word y luego volcarla acá, en este espacio tan mío y que tan bien me hace leer. Muchas veces me han hecho preguntas similares y no sé cómo contestarlas, porque me lleno de indignación y no encuentro las palabras adecuadas, y muchas otras veces me atropello con ellas porque salen de mi boca demasiado aprisa y sin lograr conectarse de la mejor manera unas con otras. Así que cuando vi a este hombre contestar con tanta naturalidad y tranquilidad las preguntas de una persona ignorante que se obsesiona con una postura vacía y sinsentido, se me infló el pecho de orgullo y decidí compartirlo.

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- Afirmas que has causado efecto en millones de personas en todo el mundo. ¿Por qué has tenido tantísimo efecto en Israel? ¿Cómo es posible que se esté extendiendo tanto?
- No estoy del todo seguro de por qué, lo único que se me ocurre es… durante estos años, cada vez que hablaba con decenas de miles de personas, me he dado cuenta de que los grupos más oprimidos: judíos, hispanos, mujeres, negros, siempre reaccionan mejor a esta revolución de la que formo parte, porque entienden lo que es la opresión. Saben lo que es que te traten como si tu vida no valiera nada. Creo que eso es lo que está pasando en Israel. Los judíos han sido oprimidos durante miles de años, entendemos lo que es la opresión y por eso no la apoyamos. Yo me limito a hacérselo ver a la gente, porque no se dan cuenta del daño que hacen a los animales a diario. Así que cuando les hago ver que el filete, la hamburguesa, el sándwich de pollo, el escalope, estos trozos de carne proceden de los cuerpos de animales vivos que no querían ser asesinados, que no querían sufrir hasta morir, que no querían ser torturados… Cuando le hago ver esto a la gente, la mayoría, la gente cuerda, lógica, da el paso hacia el veganismo.
- Desde hace un par de días, meses, se ven muchas manifestaciones en Tel Aviv de gente que está en contra del asesinato y esclavitud animal, así como de comer animales; pero cuando me acerco y me fijo en sus zapatos y veo que son de cuero, no le veo sentido. Parece que te dicen “no me los como, pero los llevo puestos”. ¿Son conscientes? ¿Se dan cuenta, o es una especie de doble moral?
- Dudo que llevaran zapatos de cuero. Quizás lo parecieran, pero existe cuero sintético que es igual al auténtico, igual que hay sustitutivos de la carne que saben igual que la de verdad. Es decir, mucha gente acusa en falso a los activistas de llevar zapatos de cuero cuando no es así. Te sorprendería saber que el 50% de los zapatos de New Balance son veganos por defecto. Hasta Nike (y eso que no apoyo a Nike por cuestión de Derechos Humanos), tiene un 50% de zapatos que no son de cuero real. Así que mucha gente asume sin más que los veganos y defensores de los derechos animales llevan zapatos de cuero. Aunque sí puede haber otra cuestión aquí. Algunas personas, de hecho la mayoría de la gente, no se ha criado siendo vegana, sino que han adoptado este estilo de vida después; y quizás ya tuvieran zapatos de cuero. Bueno, en ese caso el daño ya está hecho, ¿de qué sirve tirarlos a la basura? Puesto que el mal ya está hecho y no eras consciente de la atrocidad en la que estabas tomando parte, hay gente que los usa hasta que se estropeen, y yo se los aconsejo… Puedes usar hasta desgastar tus viejas prendas de piel animal o dárselas a alguien, que es lo que yo hice al hacerme vegano, no soportaba llevar puesta la piel de un animal, me ponía enfermo.
- ¿Por qué lo llamas “piel de animal” y no “cuero”?
- Porque eso es lo que es. Nos gusta usar eufemismos para olvidar la atrocidad que está teniendo lugar, así que preferimos decir “cuero” cuando es piel de vaca. Incluso el término “bacon”. ¿Qué es bacon?, querrás decir “cerdo a tiras”. Así que una vez que empiezas a pensar lo que vestimos y lo que comemos, repito que la gente cuerda decidirá hacerse vegana. No tiene sentido porque, mirémoslo de esta forma: Me suelo referir a esta situación como “el mayor holocausto de la historia”, y eso a la gente le ofende.
- De hecho te diré que a mí me ofende oír cómo comparas el holocausto; pienso en las personas que han ido a ver tus conferencias, y tener que escuchar cómo se compara el holocausto con los animales, es un poco… fuerte. Y eso que no soy judía.
- Déjame que te explique por qué este holocausto es AÚN PEOR. A mí me ofende que comparemos el holocausto humano con el holocausto animal, que es el mayor holocausto en la historia de la humanidad. Si fueras a un matadero de vacas o pollos y cambiaras a los animales por judíos, habrías recreado a Auschwitz. No hay diferencias, es un edificio cuya función es desmembrar, atormentar, torturar y asesinar a seres inocentes. Vamos a jugar a volver al pasado, volvamos a hace 60 o 70 años atrás a Auschwitz o Birkenau; vamos a cambiar los judíos por vacas o pollos, y seguimos teniendo un holocausto. Es más, aprendimos a matar judíos, los nazis aprendieron a partir de las prácticas de la industria cárnica. Hemos aprendido a torturarnos y matarnos unos a otros porque practicamos primero sobre los animales.
- Pero los animales comen otros animales.
- Sólo algunos. El 75% de los animales del planeta son herbívoros.
- Pero es parte del ciclo de la vida.
- No, es un ciclo de tortura y muerte.
- Pero los leones se comen a las cebras.
- Pero veo que vas vestida.  Y que tienes teléfono móvil, y ordenador. Es injusto que sólo quieras imitar una cosa que hacen los leones, y no todas las demás. Cuando los leones se encuentran, se saludan oliéndose el culo, y tú no te has agachado a olerme el culo cuando he entrado. ¿Me explico? A veces los leones matan a sus cachorros; si un ser humano mata a su hijo porque no lo quiere, se le arresta y acusa de asesinato. A que no irías al juzgado a decir “¡Pero señoría! ¡Los leones matan a sus cachorros! ¿Por qué yo no puedo? ¡Es injusto!”
- ¡Pero es por supervivencia!
- Es una comparación injusta. Tú no eres un león. Y para que lo sepas, los leones son carnívoros, los humanos no. Somos 100% herbívoros de la cabeza a los pies. Si pones a un niño de 2 años en una cuna con un conejito y una manzana, avísame cuando se coma al conejito y juegue con la manzana. Somos puramente herbívoros, no tenemos instintos carnívoros u omnívoros.  Fisiológicamente, si puedes mover la mandíbula de lado a lado para moler y masticar, eres 100% herbívoro. Si fueras carnívora como los leones, tu mandíbula sólo se movería de arriba abajo para arrancar y tragar; si sudas a través de tus poros para bajar temperatura, eres herbívora.
- ¿A dónde pretendes llegar? Porque la mayoría de la gente no piensa hacerse vegana.
- Depende de si me preguntan. La injusticia en el mundo no puede durar eternamente, el mundo se volverá vegano algún día; igual que algún día las mujeres conseguirán la igualdad con los hombres a nivel mundial; igual que algún día toda forma de opresión se caerá por su propio peso, la injusticia no dura para siempre. Y parece imposible, es decir, lo digo yo que estoy en las trincheras, parece que no puede pasar. Pero recuerda que necesitamos 400 años para convencer a los blancos de América de que los negros no eran una propiedad. ¿Te das cuenta de por qué estoy yo para lograrlo? Si no somos capaces de tratarnos bien entre nosotros, para qué vamos a hablar de hacerlo con los pollos, los cerdos, los pavos y los insectos. Pero creo que conseguiremos llegar a tratarnos bien, el día que tratemos bien a los animales.
- La verdad me siento un poco incómoda porque hoy me he comido un filete, y todavía no estoy convencida al 100% de dejar de comer carne durante el resto de mi vida. No es que la coma todos los días, pero sí me gusta ver mi filete en el plato una vez por semana. Así que te doy dos minutos para que me convenzas de que coma carne una vez al mes.
- No quiero convencerte de que lo hagas una vez al mes, quiero convencerte de que no lo hagas nunca. Tienes que ponerte en el lugar de los animales… Imagina que te violaran para dejarte embarazada, que decides tener a ese bebé y te lo quitan al nacer.  Que engordaran a tu bebé a base de maíz, soja, trigo y avena, que metieran a ese bebé en un campo de concentración con ruedas, que lo llevaran a un matadero, lo colgaran cabeza abajo estando consciente junto a los de su especie… gritando, aterrorizado, muerto de miedo, mientras un cuchillo le raja la garganta, que lo cortaran en pedazos. ¿Cómo se justifica eso? Y no es “tu” filete, como has dicho antes. Me importa mucho cómo se dicen las cosas. Ese filete nunca ha sido tuyo. Y por cierto, “filete” es un eufemismo de “carne de vaca”. Esa carne le pertenecía a un ser vivo. ¿Cuándo dejarán los humanos de poseer y controlar a seres vivos? ¿Cuándo dejaremos de pensar que somos lo más especial que ha existido sobre la faz de la Tierra? Porque en realidad somos lo menos especial que ha existido.  ¿Te das cuenta de que si los humanos nos extinguiéramos, beneficiaríamos a todo el mundo?  ¿Y te das cuenta de que si las abejas se extinguieran todo el sistema se colapsaría? Si las hormigas desaparecieran, sucedería lo mismo. Así de importantes y especiales son las abejas y las hormigas para el mundo. ¿Por qué nos creemos mejores? Ellas tienen un papel vital, y nosotros no. Somos torturadores, opresores.
- ¿De dónde crees que sale eso?
- ¿La arrogancia? No estoy seguro, no sé qué nos ha dado, aparte de la tortura y el asesinato.  Creo que cuando introduces violencia en tu cuerpo, es violencia lo que profesas. Si consumes discriminación y muerte, eso es lo que vas a exudar.
- Pero la gente podría decir lo mismo de ti. Podrían decir “es un arrogante y se cree más listo que nadie, se cree mejor que nosotros”. Te comportas como un juez que me acusa de ciertos cargos y me juzga.
- Yo diría que hay dos tipos de personas: las que juzgan, y las que mienten diciendo que no juzgan.  Todos juzgamos constantemente. Juzgamos a los pederastas, a los violadores, a los nazis, juzgamos a los asesinos. E igual esto choca a los que comen carne, lácteos y huevos, pero los veganos somos más éticos que ustedes, sin duda alguna. Del mismo modo que una persona que no viola gente es más ética que una persona que sí; alguien que no mata vacas, pollos, cerdos y pavos es mejor que una persona que los mata y tortura.
- ¿Piensas que alguien que no mata pájaros, pollos, vacas y cerdos y no come carne no puede violar a nadie, que no puede asesinar a nadie?
- No hay ni un solo violador vegano en ninguna cárcel. Si encuentras uno, cuéntamelo, me encantaría saberlo. Ahora, te puedo enseñar prisiones hasta arriba de violadores, pederastas, asesinos y ladrones que comen carne, huevos y lácteos. Es más, vamos a ir un paso más allá y vamos a hablar de salud. Búscame un hospital repleto de enfermos veganos. Yo sí sé de hospitales llenos de gente enferma del corazón, cáncer, osteoporosis, etc; todos cocidos a proteína animal, la principal causa de todas las enfermedades graves del planeta. Además de toda la grasa proveniente de productos animales y el colesterol, grasas saturadas.
- Hitler era vegetariano, ¿no?
- Hitler no era vegetariano, es totalmente mentira. Lo ideó Goebbels, su ministro de propaganda. Hitler tenía mucho poder… con todo el poder que tenía, ¿por qué no impuso el veganismo si él era vegano o vegetariano? 
- No sé, quizás le apetecía matar judíos, por eso tal vez yo tenía otra idea totalmente distinta.
- …Dos de sus biógrafos, Albert Speer y Robert Payne, hablan de cuánto le gustaba a Hitler las albóndigas de hígado y la paloma rellena. Su chef predilecta, Dione Lucas, escribió un libro en 1964, “Gourmet Cooking Book” e incluyó recetas favoritas de Hitler, las cuales todas llevaban carne. Ése es el poder que tiene la propaganda, el poder de Goebbels, que perdura hasta hoy.  ¿Sabes por qué cree la gente que Hitler era vegetariano? Goebbels quería que Hitler pareciera tan pacifista como un contemporáneo suyo al que todos adoraban: Hablamos de Mahatma Gandhi. Gandhi era vegetariano, y Goebbels saltó: “¡Hitler es como Gandhi! ¡También quiere a los animales! ¡Es un vegetariano pacífico!” Pues no lo era; y para que sepas, en todos los campos de concentración había mataderos de animales. Y cuando los aliados entraron a rescatar a los judíos y los gitanos, dejaron a los animales ahí. Por eso digo que éste es el mayor holocausto y el que más está durando. El holocausto animal lleva pasando desde mucho antes del holocausto judío, durante el holocausto judío y sigue pasando el día de hoy. Cada segundo, y esto es así, de cada minuto, de cada hora, de cada día; las hembras son violadas para preñarlas, cada segundo se están matando animales, ¡cada segundo! 60.000 millones de animales al año.
- ¿Tienes aceptado, o entiendes, que la gente te llama “terrorista”?
- Ah, ¿sí? ¿Y qué más me llaman? No podrían dormir por las noches si dijeran que soy “un ser humano compasivo”, porque yo los critico. Y si echamos la vista atrás y miramos a toda la gente que hoy toda la sociedad adora… Gandhi, Martin Luther King, gente como Rosa Parks, César Chávez, en su día nadie los quería. Los despreciaban, querían crear un cambio masivo. Solamente después la sociedad mira atrás, ve a aquellos activistas revolucionarios y dice: “¡Oh, qué buena gente! Sólo quería lograr paz y justicia”. Yo trato de que haya compasión en este mundo, es increíble que A MÍ me llamen “terrorista”. Si yo soy terrorista por salvar a los animales, ¿qué es la gente que los tortura, los mata y se los come?

-FREE ME-

viernes, 9 de mayo de 2014

Sobre gripe y manifestaciones inconscientes.

Acabo de tener un sueño muy extraño que me dejó confundida. Literalmente, acabo de abrir los ojos; me había acostado después de almorzar porque la gripe vino a tocarme la puerta; y al despertarme, con una mezcla de casi tristeza y algo de perplejidad, sentí la increíble necesidad de desahogarme en el blog y sacar todo esto afuera.
La cosa es que a veces, y digo a veces porque se da muy de vez en cuando, vamos con papá a tomar algo por ahí y charlar un poco. Siempre terminamos hablando de lo mismo que en casa: de lo mal que me manejo para encarar algunos temas, de que me ve estancada sin saber para dónde disparar, que quiere que deje de carrastrear y levante vuelo. Y las últimas dos veces creo que fuimos acá cerca, a un barcito situado en una plaza con muchos árboles.
En mi sueño, parece que íbamos a ese bar porque nos bajamos del auto en la misma placita. En el mismo instante en que nos adentramos unos pasos y quisimos llegar al río, o al menos caminar en esa dirección, se hizo muuuy de noche. No se veía nada, sólo árboles a nuestro alrededor, y nos inundaba esa sensación de estar perdidos. Yo recordaba que hacía unos segundos había subido unos escalones y volví hacia atrás para bajar uno por uno, contándolos. ¿Para qué? No sé, pensaba que eso me iba a dar alguna idea de dónde estábamos y hacia dónde teníamos que ir; aunque la cantidad de escalones iba a ser la misma subiéndolos que bajándolos, y nada iba a cambiar saber eso.
10. 10 eran los escalones, bajé contándolos al grito de "¡Esperame! ¡No me dejes acá sola!" cuando vi que papá también se sentía perdido, y decidió contar los pasos que había entre el principio de la cuadra y el lugar donde supuestamente habíamos dejado estacionado el auto. Y digo supuestamente, porque ni el auto se veía ya. Sólo árboles. Sólo la oscuridad. Y nosotros dos.
En ese momento se acercó hasta mí y yo, parada en el primer escalón (o en el último si tenemos en cuenta que los había bajado), le estiré los brazos para que me haga upa, diciéndole que "haga" de cuenta que yo era chiquita, como hacía mucho tiempo atrás.
Lo que ahora no recuerdo es qué pasaba después, porque el sueño duró unos segundos "reales" más, lo que significa que duró bastante más tiempo en mi inconsciente. Lo único que sé es que me desperté con mucha angustia, muchas ganas de llorar y muchas ganas de abrazarlo.


miércoles, 9 de abril de 2014

No dejes!

Tengo miedo de escucharte reír y encontrar mi risa perdida entre el sonido de la tuya. Tengo miedo de dormir y tropezarme con vos en el sueño. Tengo miedos que quizás no entiendas, miedos que es posible que no compartas. Yo tengo recuerdos que envuelven mi miedo y olvidos que justifican mi cautela. Vos tenés ilusiones que no entienden de recuerdos y deseos que no conocen los olvidos. Tengo miedos que son míos porque antes fueron de otros. Porque los robé con ilusiones que luego se perdieron entre olvidos. Por eso, no me robes los miedos. No frenes con tus besos mi cautela. No borres con caricias mis recuerdos. No me llenes de ilusiones. No me entregues luego en manos del olvido.
No me quieras. No dejes que te quiera.


martes, 25 de febrero de 2014

¿Me ayudás?

No sé a dónde vamos, a dónde vas, a dónde voy. No sé cuál es la razón de todo esto. Cuál es el paso que sigue, ni el camino que debo caminar. Sólo sé que quiero dejarme llevar, sin pensar, sin escuchar al resto. Dejar a mi cabeza afuera del asunto. Quiero que me lleves, que me lleves adonde a vos más te guste, quiero perderme en tu locura, en tus ojos, en tu sonrisa. Perderme en vos. Sólo tengo que escuchar lo que dice mi corazón y tu mirada. Olvidando todos los tropiezos. Quiero perderme, sin deseos de volver a encontrarme. ¿Me ayudás?

miércoles, 19 de febrero de 2014

Acto fallido

Y ahora? Y mañana? Y pasado? Cómo controlar esta ansiedad? El no saber qué hacer, cómo reaccionar... No sé, no estoy acostumbrada a esto. Si doy un paso adelante, es demasiado, o al menos creo que lo es. Si me quedo en el mismo lugar, me pesa demasiado el noséquevaapasar. Y un paso para atrás ya no puedo dar.
Hay momentos en los que pienso que era mejor dejar todo como estaba, pero cuando uno revuelve, siempre hay un cambio. Y ese cambio me hace sentir contenta, pero no sé por qué puta razón soy tan ansiosa, tan insegura y tan miedosa. Debería cambiar eso, ya que tanto hablo de cambios, porque no me dejan disfrutar del momento. Un momento que imaginé muchas noches antes de dormir y que pensé que estaba más lejos de lo que al final estaba. Al final? No, no es el final... Es apenas un comienzo. Comienzo de qué? No lo sé, ya veremos... Cómo me cuesta dejar fluir las cosas! Aunque me dio resultado. Arghhh, estoy odiando todo esto que escribí pero no encuentro otra manera de expresar lo que me pasa.
Ya no hace falta esa situación para que se revolucione mi estómago. Se encuentra revolucionado las 24hs del día, porque esa situación... es todo lo que pienso, ES LO QUE FORMA PARTE DE MÍ.


domingo, 16 de febrero de 2014

Dieciséis.

Te reías con nervios y me acerqué despacio. Tenía miedo, ¿sabés? Miedo a hacer pedazos todo, miedo a hacerme pedazos. Pensé muchos días en qué decir y cómo decirlo. Lo arruiné por completo, improvisé y me salió mal. No quise ser cursi y terminé siendo tartamuda. Hablé mucho, mucho de verdad. Preguntaste, respondí. Pregunté y te tocó responder. A veces te miraba, otras prefería la ruta sobre el parabrisas. Vos siempre me mirabas con tus ojos llenos de luz.
Me dijiste que dejemos todo fluir, que "veamos qué pasa". Te regalé un silencio. Al fin un silencio después de tantas palabras. Te regalé un silencio y dudé.

Me pregunté a dónde me llevaría el viento ahora, de qué mar vendría el barco que arribe a mi bahía para quedarse. Cuál sería el destino de mis palabras.


viernes, 25 de octubre de 2013

Calles vacías, te espero de este lado de la vereda.
Nada que preguntar, mucho por reclamar, tal vez.
¿Cuál es específicamente el error que arrastro y repito?
Te espero, sigo esperando...

viernes, 26 de julio de 2013

¿Te acordás?

Estábamos sorprendidos, ¿te acordás? ¿Te acordás que mi voz se quebraba? ¿Cómo era mi voz? 
¿Te acordás de los misterios que inventamos, de los misterios que nos inventaron, de los misterios que dijimos que íbamos a inventar? ¿Te acordás cuando tuvimos la evidencia en las manos? Cuánto principio de final! Cuánto de épico; casi me dan ganas de aplaudir. 
¿Te acordás de dos rostros confundidos, colapsando un mundo? Dos incrédulos contra una legión de súper-villanos, de esos sin trajes colorinches, sin planes absurdos… De los peores, los de poca imaginación. Seguimos dando buena batalla. A veces, todo lo que construimos depende de nosotros para seguir en pie.

¿Te acordás? ¿Te acordás que nunca supe ganar y a vos no te sale perder? ¿Te acordás que la distancia no era nada, que casi fue mucho, que éramos dos y éramos uno, un vino haciendo de chocolatada y una soga en el cuello de alguno? ¿Te acordás de las noches? 
¿Te acordás de tus ganas de dar risa, cuando estar enojado era diferente, cuando no me hacías llorar? ¿Te acordás de mi necesidad de no ponerle final a los cuentos, cuando terminar no era necesario, cuando de verdad era inmortal?

¿Perdimos algún poder? ¿Qué poder ganamos? ¿Te acordás? ¿Te acordás de la comprensión absoluta, de eso que no podemos decir porque es así y punto? Estamos haciendo algo. Y vos lo sabés. Y yo lo sé. 
¿Cuándo? ¿Qué? ¿Te sobran preguntas? Sí… A mí también.
No me sorprende. Vamos a seguir sorprendiéndonos. 
Posta, va a ser así: me acuerdo.


domingo, 14 de julio de 2013

Descafeinado

Se sentó en su sillón de cada jueves por la mañana y tomó la carta con sus manos cansadas de monotonía, aunque en su mente ya degustaba el café descafeinado con una cucharadita y media de azúcar. Observó el reloj, y cuando el minutero acarició el número 6, ordenó su pedido.
Tranquilo y con calma, como cada jueves, disfrutó del aroma de aquel pocillo; lo revolvió seis veces hacia la derecha y dos hacia la izquierda, y bebió el primer trago.
Algo estaba fuera de su lugar. Algo era distinto. Los vidrios empañados no le dejaban ver más allá de la cuadra que conocía como la palma de su mano, pero aún así, fruncía su ceño intentando percibir los sonidos del exterior. Una suave voz lo interrumpió:
- ¿Desea algo más, señor?-
Y fue justo en ese instante cuando todo el mundo que conocía, que hasta ese jueves conocía, se derrumbó. Sus esquemas rutinarios pendían de un hilo, desprendiéndose uno a uno, dejando sólo una huella difusa.
Levantó la vista y se encontró con la más exquisita sonrisa que jamás había visto. Unos ojos negros que lo enmudecían, un cabello largo, rojizo y suelto por encima de sus hombros, unas pestañas increíblemente doradas.
Titubeando, sólo titubeando, logró decir -No, eh... no, no. Nada más. Gracias.
La mujer giró 180° y siguió con su trabajo, mientras él dejaba enfriarse los 3/4 de café que aún quedaba y se dirigía hacia la barra de aquel bar.
- Disculpe buen hombre, me podría decir el nombre de la nueva empleada?
- Cuál nueva empleada? No hay ninguna nueva empleada.
- Claro que sí, la mujer de cabello rojizo y pestañas doradas.
- Ella lleva años trabajando aquí, señor.
- Eso es imposible, nunca la he visto.
- Nunca la ha visto, debido a que lo primero que usted hace al ingresar al bar a las 8 de la mañana, es buscar el mismo asiento de cada Jueves, leer la carta, esperar que sean las 8:30, ordenar un café descafeinado y agregarle una cucharada y media de azúcar. Luego lo revuelve un número estratégico de veces y se queda el resto de la mañana mirando por la ventana, esperando el regreso de alguien que nunca va a volver. Nunca la ha visto, porque jamás se permitió escuchar la voz de aquella mujer que cada Jueves a las 8:30 le preguntaba si necesitaba algo. Nunca la ha visto, porque se ha refugiado en su monotonía, con esa tremenda incapacidad de aceptar lo que ha ocurrido. Nunca la ha visto ni tampoco la ha escuchado, pero ella elegía atender cada jueves una mesa que no le correspondía, con la ilusión de escuchar un pedido diferente. No un café descafeinado, no un diario, no un sobre de edulcorante. Ella aún añora escuchar -Sí, a usted la necesito.


viernes, 21 de diciembre de 2012

Golpe Necesario

Recuerdo casi con exactitud la adrenalina que recorría mi cuerpo cuando vi a mi papá sacarle las rueditas chicas a mi bici. Si me hubieran visto la cara de pánico! Intenté con toda la garra poner cara de póker y subirme como si nada a la bici, que ya la veía como un caballo pura sangre indomable que me iba a llevar a la muerte. Ya me vislumbraba, bajando el cordón a toda velocidad, empapando el pavimento con sangre, raspando la loma de burro con mi mejilla, la sirena de la ambulancia sonando como la 5ta sinfonía de Beethoven o el boludo de turno y algún paramédico cubriéndose la boca con las manos mientras el otro corría a mi encuentro con una sábana blanca. Listo, empaque y a la morgue.
Respiré, me subí con cara de "tengo dos 4 y un 5" porque claro, la de póker no me salía, era obvio. Mis manos no contribuían con demasiada solidaridad a que el manubrio se mantenga derechito, mi papá trató de calmarme: "tranquila, yo te sostengo, no voy a dejar que te caigas". Y me sostuvo, sí. Media cuadra. Ahí decidió darme el impulso para que siga solita, con todo el orgullo que siente un padre cuando ve volar a su polluelo. Me vio volar eh, literalmente. En menos de 5 segundos tambaleé y ya estaba besando el suelo.
"No pasa nada, sólo es un raspón. Quizás te vuelva a suceder una, dos o quizás más veces. Pero es necesario para que aprendas y te mantengas firme".

Mi viejo, quizás sin darse cuenta del todo, me dio una de las mejores lecciones de mi vida. A principios de este año me subí a una bici demasiado grande, no llegaba a los pedales (aunque yo creía que sí). Todas las personas habidas y por haber me advirtieron el gran riesgo. No me importó. Yo me subí como si fuera Schumacher, tomé impulso y bajé el cordón. ¿El resultado? Terminé lastimada en el piso nuevamente, sin rueditas y sin bici. Pero tuve los mejores paramédicos del mundo, que sin pensarlo dos veces curaron herida por herida y me ayudaron a levantarme. No sólo eso, también gané una lección más para la colección. Una anécdota para contar, muchas cosas para aprender y tener en cuenta. Y sobre todo la certeza de que el que no arriesga no gana y que de todas las palabras escritas, las más tristes son éstas: PODRÍA HABER SIDO.

Hoy no me arrepiento del riesgo que asumí y todo lo que eso significó y conllevó. Porque a pesar de haber sufrido, aprendí mucho; y volvería a pasar por todo lo que pasé este año porque el resultado que veo hoy me da fuerzas para seguir. Me hice más fuerte, y sé que la próxima vez que me suba puedo volver a caerme, pero también puedo mantenerme con estabilidad y perseguir mi objetivo, pedaleando hasta alcanzarlo.

Pasar por una mala experiencia tiene que tener un fin, y creo que en este caso particular el fin fue el aprendizaje. Aprendí que no todas las personas que demandan son agradecidas de lo que reciben pero que aún así uno tiene que tratar de seguir dando siempre lo mejor. Aprendí que muchas veces es mejor perder en cantidad y ganar en calidad. Aprendí que un niño puede ser un hombre y un hombre comportarse como un niño. Aprendí que los mejores resultados se logran por el trabajo en equipo. Aprendí que el dolor es menor cuando es compartido, y que el amor compartido es el más grande.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Viaje de estudio

Hace algunas noches, hablando con un amigo/hermano, descubrí que quizás algunas cositas sin decir me quedaron dentro y, como no las dije en ese momento, al enterarme de que alguien pasa por una situación parecida, estallo...
Mi amigo me contaba muy felizmente y con un notorio orgullo, que su hermanito en unas horas tenía un viaje de estudio a la ciudad de Santa Fe. Su primer viaje solito!! Creo que en su lugar, en el lugar de mi amigo claro, también sentiría un orgullo y un "nolopuedocreer" al ver que mi hermanito está tan grande. Pero por otro, ay! por otro... mirándolo con un intento de sonrisa, porque claro tampoco le quiero cagar el viaje, pensaría "el garrónnn de toda tu primaria!". Y es así, porque los chicos se imaginan una aventura tipo viaje a  Disney y los llevan a un pozo de tierra, POBRES CRIATURAS DE DIOS!


De modo que no pude evitar decirle a mi amigo... "Yo no sé por qué los llevan a Santa Fe, es un vómito. Lo único que hay es una puta cristalería donde te venden manzanas de vidrio a 10 pesos, que ahora deben estar a 40... Y después te comés el alto bajón de ver cómo un puto viejo sopla por un cañito y le da forma al vidrio con no sé cuántos grados de calor, mientras se te hierve la cara porque claro, estás en el lugar más húmedo y caluroso de la provincia, y además del sol que te rostiza y la ola de calor que te envuelve, tenés que soportar un nuevo airecito caliente, proveniente del soplete que usa el viejo para modelar la manzana que después te vas a comprar.

Pero pará, porque después creo que se arma la joda (?) Porque también te llevan a una alfarería!! Y ahí ves a otro puto viejo todo con artrosis sentado en su puto banquito de madera despintado, y la maquinita que da vueltas con la arcilla y ahí pensás: ¡¡¡AYYY, ES COMO EN LA PELI "LA SOMBRA DEL AMOR"!!!. Salvo por el pequeño detalle de que te meabas al ver a Patrick Swayze y era todo lindo y romántico; y vos te comés el garrón de tu vida mientras te distraés mirando cómo se le llenan al viejo los lentes de barro salpicado, que ahora está modelando una porquería que dice llamar 'pajarito'... que lo llenás de agua, lo soplás y parece el cantar de un pájaro de mierda sobreviviente de Vietnam.

Y ojo, después volvés en el bondi, sin tanta alegría como en el viaje de ida cuando todos entonaban re felices "chofer, chofer, apague el motorr!"; pero igualmente feliz porque te acordaste de tu familia y les pudiste comprar la docena de alfajorcitos santafesinos... Lo que no sabés, es que esos alfajores que le estás llevando a los viejos que te pagaron este estupendo viaje, son un verdadero sorete! Con todo ese pastiche blanco que se te queda pegado en el paladar!
Y no sólo eso, sino que también tenés que soportar al coordinador parado en el bondi haciéndose el susano, con esos lentes de sol y esos pantalones adidas que le quedan un poco grandes, pero le re sirven para meterse las manos en los bolsillos y cancherear, mientras te explica la ruta por donde está agarrando el chofer, porque vos la tenés que anotar en el puto cuaderno que te hicieron llevar."

En fin, concluyo esta nota explicando que a mi amigo le dije "No le digas a tu hermanito lo que te dije porque le cagás el viaje, vos decile que es re copado, que va a volver re feliz!".


jueves, 6 de septiembre de 2012

Mi ángel de cuatro patas

Recuerdo lúcidamente ese día. Quizás demasiado. Pocas semanas después de haber salido de terapia intensiva, sonaba el teléfono de mi casa. Mi mamá, después de unos minutos, me pasó el teléfono: "es tu papá". Él me dijo "Romi, estuve hablando recién con tu madre y ya que está de acuerdo te hablo a vos. Encontré un perro, estaba perdido cerca del aeropuerto, sin collar. Pienso que sería bueno para vos porque te levantaría el ánimo, te va a hacer bien, lo podés sacar a caminar. Pero me tenés que prometer que te vas a hacer cargo y lo vas a cuidar". Sé que me dijo otras cosas más pero cuando escuché la palabra "perro" no presté tanta atención al resto.
No sé si les conté que soy amante de los perros. Pero mal. Una loca fanática que derrama lágrimas y lágrimas y se le cierra el estómago cuando ve perros en la calle y situaciones por el estilo. Con la peli "Marley & me" estuve llorando 3 horas seguidas. (Y no exagero).

Pero pará, porque hubo otro detalle, me dijo: "es un golden". Ok, ahí me terminé de morir de amor y de felicidad. Traigan un paraguas para Romi porque llueven corazones, y un pack de servilletas para el manantial de baba. Siempre había querido tener un golden, realmente pienso y creo que son los mejores (y no hablo sólo de estética). Mepa que no tengo que aclarar que mi respuesta fue SÍ!

Un rato más tarde lo veía bajar de la camioneta de mi papá y entre lágrimas de emoción y una alegría ya de otro planeta, gritaba a los 4 vientos "ES HERMOOOOOSOOOOOO!". Si mal no recuerdo, repetí esa frase un mínimo de 40 veces.
Un golden, MI GOLDEN, MI ÁNGEL. El más grande y precioso que había visto. Un león. Nada de amarillo eh, doradito doradito como un lingote de oro; pelo larguísimo y suave, ojos llenos de ternura, una cabeza gigante como la de Mufasa.

Dicen que los perros eligen a sus dueños, y más feliz aún me puse cuando ese ángel de 4 patas fue directamente a mi pieza, se subió a mi cama y me miró con esos ojitos brillosos llenos de amor.
Fue amor a primera vista. Desde ese momento fuimos inseparables. NO puedo explicarlo pero jamás sentí por ningún animal o persona lo que sentía (y siento) por Indio. Sí, Indio. Así lo llamó mi papá.
Un amor puro e incondicional sin escalas, una alegría indiscutible cuando me veía llegar y venía corriendo a saltarme moviendo la cola. Adonde yo iba, él venía detrás, me miraba y yo me derretía de amor, me llenaba de paz... Y era extremadamente celoso! Cuando alguien me abrazaba, enseguida se ponía en el medio y me volvía a mirar con esos faroles que me enloquecían.
Ni hablar de cuando me ponía a ensayar mis coreografías. Se levantaba de su siesta, se sentaba en la puerta y me miraba bailar, moviendo la cola y tirándose en el piso cuando yo lo hacía.
Y en mis malos días, frente a algún disgusto que me hacía llorar, ahí estaba... venía corriendo, se ponía a llorar conmigo, me movía la cola para animarme... Es como dice la frase: "NO HAY MEJOR PSIQUIATRA EN LA TIERRA QUE UN PERRO LAMIÉNDOTE LA CARA".

A veces pasan cosas que no nos gustan... Hubiese dado lo que sea para que ese 25 de agosto nunca haya existido; para que yo nunca haya caído a tus pies, abrazándote y acariciándote la carita mientras el veterinario le ponía fin a tu dolor... (y un principio al mío),
Jamás sentí tanta impotencia por no poder hacer nada, por no poder brindarte más años de vida, más años junto a mí. No lo podía creer, pensaba "se tiene que poder hacer algo". Pero no.
Sólo espero que hayas sentido una décima parte de todo el AMOR que te di o al menos intenté darte. Estoy tranquila porque sé que te recibí con el corazón y los brazos abiertos, esos mismos brazos que te sostuvieron hasta el último segundo de tu vida.

Gracias por estos años hermosos que me diste, por dejarme compartir con vos todo el amor que tengo, por haber hecho únicas mis mañanas, tardes y noches a tu lado. Y aunque nada ni nadie pueda aliviarme este dolor, esta angustia y esta bronca que me carcomen, sé que estás rodeado de luz como te merecés y que estás muy feliz.

Sos lo más hermoso, especial y dulce que me pasó en la vida. TE AMO Y TE VOY A AMAR SIEMPRE.




...¿Sobre cuántas personas puedes decir lo mismo? ¿Cuántas personas hacen que te sientas único, puro y especial? ¿Cuántas personas hacen que te sientas... extraordinario?".

domingo, 22 de julio de 2012

Sólo cenizas

Se consume otro cigarrillo
como se consume mi tiempo,
como me consumo yo.

Y de nuevo nos consumimos los dos
en ese beso que sólo deja cenizas,
las mismas que se vuelan
con sólo un soplido
derrumbando esa ilusión.

...Esa ilusión que me condena
y no me deja ver realidades,
me vende espejitos de colores
y hace que me pierda otra vez en vos.


jueves, 21 de junio de 2012

~Oscuridad~


Lo extraño de encontrarse en un espacio oscuro no es el hecho de no saber hasta dónde llegan tus límites de reconocimiento accional-ubicacional, sino la desesperación que puede tomar mi cuerpo, la transpiración que corre por mi mente y mi piel de gallina. Es como un golpe de agua congelada en la nuca que me deja perpleja.

Mi cabeza comienza a maquinar miles y miles de situaciones, conflictos, esquemas y desenlaces terriblemente austeros para mi salud mental, quien se auto-juega una mala pasada durante todo el proceso.

El detalle es que no sólo imagino ladrones, asesinos, o monstruosas formaciones, lo que puede pasar durante todo el trayecto de mi oscuro viaje, es indescriptible, ilógico y hasta muy estúpido.
Puede o no estar relacionado con imágenes u hechos reales y ciertamente posibles, pero en mayor medida, no tiene algún sentido.
Lo peor es que me hago la interesante, porque quizá todo ese momento, esa persona vestida con un traje multicolor, zapatos enormes y de rara forma, nariz roja, rulos naranjas y un estrepitoso bonete quería sólo pasar, quería sólo seguir su camino. Pero no, ella tenía que asumir que venía tras ella, que era para devorarla y que todo el objetivo en la vida de esta criatura, era ella.



miércoles, 13 de junio de 2012

Game

Pienso que esto se está asemejando mucho a un juego. Uno de esos juegos en los que la suerte nunca decide golpearte la puerta y el azar te da la espalda. Como estar liderando un ludo y te coman la ficha a un espacio del triunfo, mandándote de nuevo al comienzo. Como ligar un cuatro y cinco de copas y un seis de oro; no te quieran el envido y te canten el vale cuatro a los gritos. Como estar armando un rompezabezas de 999 piezas y cuando te falta la última, alguien te patea la mesa. Supongo que, para los que son ateos, debe haber alguien o algo en un universo paralelo o en cualquier "más allá" muy poderoso que se nos ríe en la cara y siempre tiene un as bajo la manga. 

Pero lo mío, exactamente lo mío, no es irme al mazo.

lunes, 21 de mayo de 2012

...

Si me mataran, si me volvieran diminuto a la fuerza como un bichito, volvería. Si intentaran minimizar mis pensamientos, hasta hacerlos desaparecer, para que yo misma deje de creer en ellos, volvería. Alguna vez soñé, alguna vez quise derribar todo muro. Que nada sea mío, como así nada fuera. Que sólo exista lo que es, lo que nace, lo que lleva en sí mismo esa acción natural de existir, porque el destino lo ha puesto en este mundo. Y no traer a la vida monstruos sin formas, que sólo viven de nuestras pesadillas, del vacío que nos provoca su presencia, de la falsa necesidad que nos imponen. Por sobre todas las cosas que exista la vida, y lo que se construye para que todos podamos crear, podamos decir sin escondernos, y seguir naciendo. Que sólo existamos si vamos a ser libres.
Por favor, que no lo veas violento, que no lo veas violeta. Que no le pongas colores, letras y números a todo, sólo para ordenarlos en cajones y repisas. No los enfrentes y enemistes. Tócalos, siente sus heridas. Sufre, no lo ves, pero sufre. Sangra la tierra podrida pariendo fantasmas. Se orina de miedo, la tierra. En verdad todos viven con miedo, orinándose en sus mentes y sus corazones. Me cansé de decir "BASTA", de decir "PAREN". Adonde tejas alambres, escupiré tijeras. Adonde mates y violes, pondré ventanas, y escaparemos volando. En donde operes, desconcertaré el orden, cantando. Como no hablaré de mí, como les contaré un cuento, en donde todos somos protagonistas. Entonces sabrán qué escuchar, sabrán escucharse, sabrán sobre el silencio. Entonces todo será sentir, pensar. Y si han olvidado cómo hacerlo, no importa... Son las palabras nuestras armas, si son acaso las únicas balas que no buscan sangre, si son acaso semillas que crecen dentro, si son también arena, un montón de arena, que va volviéndose el camino.


miércoles, 9 de mayo de 2012

Peluquería


Siempre que voy a la peluquería y veo pasar detrás del vidrio a una persona con cara de orto elevado al cubo, pienso: cómo hace loco, pero qué embole, no sé cómo puede aguantar así, la verdad que yo no podría, no señor.
Pero luego llega. Sí, EL momento, ése momento llega. Pero ojo porque uno no lo reconoce hasta cuando pasaron 10 minutos de que estuviste contándole ESE temita con ESE macho a tu peluquero consejero. Sucede cuando el silencio se hace lugar y se debe a diversas opciones: una, no hay nada que decir. Dos, hay tanto por decir que nada sale. Tres, ya no sé cómo mierda hacer para expresarme bien y que mi peluquero pueda entender mis argumentos, o cuatro, estoy leyendo una revista de chusmerío que en principio mucho no me gustaba pero ahora es una hamaca en la playa con cocos y un cd de Bob Marley.

El tema es que es justo en ese momento cuando caigo. Imagino a mi persona (o al menos a un holograma de mi persona), cruzando por la calle pasando por donde me encuentro y mirándome con esa cara de "cómo hace loco, pero qué embole, no sé cómo puede aguantar así, la verdad que yo no podría, no señor".
Es ahí cuando mágicamente pierdo el enojo. No puedo explicarlo pero de repente me doy cuenta de que estoy pensando en eso y no en el macho de turno y en lo idiota que él puede ser. Y ahí mi cabeza comienza: Bueno, basta ok listo, volvé a pensar en cómo refutar los argumentos (sobre por qué ahora tu cabeza se centra sólo en ÉL) y a ver cómo carajo se los vas a decir al peluquero ahora, dejá de boludear, qué linda esa remera aunque no me gustan las mangas, uy casi te pisan gilllll, todo bien pero me harté de estar sentada en esta puta silla con rueditas, las tiene hechas, totalmente hechas... podrías haberte puesto una remera que te las lleve un poco mejor capa, che debería hacer alguna mirada seria para ese lado así ve que estoy como... no sé, cómo estoy... digo algo?

Y en ese momento es cuando él habla y tengo que retomar con el papel del enojo, porque claro, tampoco te la voy a regalar así tan fácil, el tema es que después de unos segundos cuando veo que no puedo mantener mucho más la planificación, como un sorete me ablando y ahí es cuando quiero que todo vuelva como antes, entonces muy de a poquito comienzo a intentar llevar la situación para un lugar mejor, junto a la hamaca y los cocos.
Pero ahora afronto un nuevo desafío. Me pongo nerviosa, onda muuy nerviosa por el miedo a que mi peluquero descubra que ya se me fue todo y que soy una tarada y que él tenía razón. Y comienzo a pensar en esos momentos en los que también me pongo muy nerviosa y es totalmente innecesario! A saber:

- Firmar algo. Cualquier cosa, nada en especial. Pienso que a lo mejor van a ver que no estoy haciendo una firma muy normal y de corrido entonces es que la estoy falsificando entonces es que quiero robar y entonces chau, prisión!

- Tenés hora? Ayy la pregunta más difícil que me podés hacer. Sé leer la fucking hora del reloj con flechitas, pero me pongo nerviosa por decir mal los famosos códigos esos de "menos cuarto, y cuarto o media para..." y que se den cuenta de que no soy muy normal!

- Regalos. Dios sabrá que amo recibirlos, pero me pongo demasiado nerviosa en el momento. ¿Por qué? ¡No sé! No sé por quéeee, será porque sé que no me va a gustar y tengo que estar planeando qué cara ponerr.

- Boletos. Ésta sí que es la más pelotuda. Tengo que sacar el estúpido boleto pero me pone nerviosa que mi tarjeta no fue marcada anteriormente con la suficiente tinta, de modo que no sé cuántos viajes tiene disponibles (si es que tiene), o que las monedas tarden en caer o sean truchas y sé que hay alguien atrás odiándome como yo odio a los que tardan y entro en pánico total, el cual puede notarse por el horror de mi cara cuando camino ya por el pasillo a la hora de buscar asiento.

En fin, seguramente mi peluquero tenga una reacción de molestia al notar que pienso en cualquier otra cosa mientras me aconseja y esto genere una nueva discusión. Pero, PERO, si leyó bien, notará que será mejor obviar la riña y comprarnos una hamaca.