Hay ilusiones que nos mantienen vivos. Todos tenemos una.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Mi ángel de cuatro patas

Recuerdo lúcidamente ese día. Quizás demasiado. Pocas semanas después de haber salido de terapia intensiva, sonaba el teléfono de mi casa. Mi mamá, después de unos minutos, me pasó el teléfono: "es tu papá". Él me dijo "Romi, estuve hablando recién con tu madre y ya que está de acuerdo te hablo a vos. Encontré un perro, estaba perdido cerca del aeropuerto, sin collar. Pienso que sería bueno para vos porque te levantaría el ánimo, te va a hacer bien, lo podés sacar a caminar. Pero me tenés que prometer que te vas a hacer cargo y lo vas a cuidar". Sé que me dijo otras cosas más pero cuando escuché la palabra "perro" no presté tanta atención al resto.
No sé si les conté que soy amante de los perros. Pero mal. Una loca fanática que derrama lágrimas y lágrimas y se le cierra el estómago cuando ve perros en la calle y situaciones por el estilo. Con la peli "Marley & me" estuve llorando 3 horas seguidas. (Y no exagero).

Pero pará, porque hubo otro detalle, me dijo: "es un golden". Ok, ahí me terminé de morir de amor y de felicidad. Traigan un paraguas para Romi porque llueven corazones, y un pack de servilletas para el manantial de baba. Siempre había querido tener un golden, realmente pienso y creo que son los mejores (y no hablo sólo de estética). Mepa que no tengo que aclarar que mi respuesta fue SÍ!

Un rato más tarde lo veía bajar de la camioneta de mi papá y entre lágrimas de emoción y una alegría ya de otro planeta, gritaba a los 4 vientos "ES HERMOOOOOSOOOOOO!". Si mal no recuerdo, repetí esa frase un mínimo de 40 veces.
Un golden, MI GOLDEN, MI ÁNGEL. El más grande y precioso que había visto. Un león. Nada de amarillo eh, doradito doradito como un lingote de oro; pelo larguísimo y suave, ojos llenos de ternura, una cabeza gigante como la de Mufasa.

Dicen que los perros eligen a sus dueños, y más feliz aún me puse cuando ese ángel de 4 patas fue directamente a mi pieza, se subió a mi cama y me miró con esos ojitos brillosos llenos de amor.
Fue amor a primera vista. Desde ese momento fuimos inseparables. NO puedo explicarlo pero jamás sentí por ningún animal o persona lo que sentía (y siento) por Indio. Sí, Indio. Así lo llamó mi papá.
Un amor puro e incondicional sin escalas, una alegría indiscutible cuando me veía llegar y venía corriendo a saltarme moviendo la cola. Adonde yo iba, él venía detrás, me miraba y yo me derretía de amor, me llenaba de paz... Y era extremadamente celoso! Cuando alguien me abrazaba, enseguida se ponía en el medio y me volvía a mirar con esos faroles que me enloquecían.
Ni hablar de cuando me ponía a ensayar mis coreografías. Se levantaba de su siesta, se sentaba en la puerta y me miraba bailar, moviendo la cola y tirándose en el piso cuando yo lo hacía.
Y en mis malos días, frente a algún disgusto que me hacía llorar, ahí estaba... venía corriendo, se ponía a llorar conmigo, me movía la cola para animarme... Es como dice la frase: "NO HAY MEJOR PSIQUIATRA EN LA TIERRA QUE UN PERRO LAMIÉNDOTE LA CARA".

A veces pasan cosas que no nos gustan... Hubiese dado lo que sea para que ese 25 de agosto nunca haya existido; para que yo nunca haya caído a tus pies, abrazándote y acariciándote la carita mientras el veterinario le ponía fin a tu dolor... (y un principio al mío),
Jamás sentí tanta impotencia por no poder hacer nada, por no poder brindarte más años de vida, más años junto a mí. No lo podía creer, pensaba "se tiene que poder hacer algo". Pero no.
Sólo espero que hayas sentido una décima parte de todo el AMOR que te di o al menos intenté darte. Estoy tranquila porque sé que te recibí con el corazón y los brazos abiertos, esos mismos brazos que te sostuvieron hasta el último segundo de tu vida.

Gracias por estos años hermosos que me diste, por dejarme compartir con vos todo el amor que tengo, por haber hecho únicas mis mañanas, tardes y noches a tu lado. Y aunque nada ni nadie pueda aliviarme este dolor, esta angustia y esta bronca que me carcomen, sé que estás rodeado de luz como te merecés y que estás muy feliz.

Sos lo más hermoso, especial y dulce que me pasó en la vida. TE AMO Y TE VOY A AMAR SIEMPRE.




...¿Sobre cuántas personas puedes decir lo mismo? ¿Cuántas personas hacen que te sientas único, puro y especial? ¿Cuántas personas hacen que te sientas... extraordinario?".

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