Se consume otro cigarrillo
como se consume mi tiempo,
como me consumo yo.
Y de nuevo nos consumimos los dos
en ese beso que sólo deja cenizas,
las mismas que se vuelan
con sólo un soplido
derrumbando esa ilusión.
...Esa ilusión que me condena
y no me deja ver realidades,
me vende espejitos de colores
y hace que me pierda otra vez en vos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.