Hay ilusiones que nos mantienen vivos. Todos tenemos una.

sábado, 5 de julio de 2014

BASTA

Y no, ya no se trata de despecho. Ni siquiera se parece a resentimiento y tiene muy poco de reproche. Se trata del vacío que me quedó en el alma después de revisar durante 24 horas cada 3 minutos una pantalla, para ver si habías tenido el pequeño y "peoresnada" gesto de acordarte. No. Nada. Otra vez, nada. Otra vez que aprieto los labios y hago fuerzas para no llorar. Otra vez que hago pedazos mi cerebro tratando de entender el por qué, o tratando de inventar alguno que encaje con vos, porque no existe ninguno, porque no te di ninguno, porque nunca te fallé. Porque siempre hice más de lo que debía, te mal acostumbré a que yo iba a estar siempre para lo que sea, como sea y cuando sea, de la manera que sea. ¿Qué te hice? ¿Qué hice? ¿Qué NO hice? ¿Me faltó algo? ¿Qué necesidad de ser tan cruel, de cagarte en todo, de cagarte tanto en mí?
Creo que siempre voy a tener como asignatura pendiente el hecho de entenderte. Nunca te voy a poder descifrar.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.