Hay ilusiones que nos mantienen vivos. Todos tenemos una.

domingo, 16 de febrero de 2014

Dieciséis.

Te reías con nervios y me acerqué despacio. Tenía miedo, ¿sabés? Miedo a hacer pedazos todo, miedo a hacerme pedazos. Pensé muchos días en qué decir y cómo decirlo. Lo arruiné por completo, improvisé y me salió mal. No quise ser cursi y terminé siendo tartamuda. Hablé mucho, mucho de verdad. Preguntaste, respondí. Pregunté y te tocó responder. A veces te miraba, otras prefería la ruta sobre el parabrisas. Vos siempre me mirabas con tus ojos llenos de luz.
Me dijiste que dejemos todo fluir, que "veamos qué pasa". Te regalé un silencio. Al fin un silencio después de tantas palabras. Te regalé un silencio y dudé.

Me pregunté a dónde me llevaría el viento ahora, de qué mar vendría el barco que arribe a mi bahía para quedarse. Cuál sería el destino de mis palabras.


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